A lo largo de un kilómetro va bordeando la costa desde la playa del Sablón, al norte de Llanes, hasta encallar en la de San Antolín.
Bordeando
la costa de Llanes sobre los acantilados rocosos y las praderas
ganaderas se encuentra El Paseo de San Pedro, lo que en otros siglos fue
un punto estratégico para el avistamiento de ballenas o una atalaya
defensiva contra el enemigo, es hoy uno de los reclamos turísticos más
importantes de la villa asturiana de Llanes.
Fue construido en 1847, y, por su ubicación a ras del mar, sobre
abruptos acantilados y prados frescos, es un recorrido codiciado por los
amantes de la naturaleza y por los productores de cine. Su halo
romántico le ha hecho escenario de películas como Historia de un beso,
de José Luis Garci.
A lo largo de un kilómetro va bordeando la costa desde la playa del
Sablón, al norte de Llanes, hasta encallar en la de San Antolín. A ambos
lados deja panorámicas espectaculares de mar embravecido, de montaña
virgen y de pueblo medieval.
Por
todo ello, el paseo de San Pedro es una ruta imprescindible sobre los
precipicios rocosos para poder apreciar el valor natural del paisaje del
oriente asturiano. Es un regalo para la vista, para el olfato y el
oído, y una recomendada cura antiestrés.